2 Tesalonicenses 2:13 - 3:5
¿Qué entiende?
1. El dueño de la fe: La fe no es de todos. Solo puede ser utilizada por aquellos que comprenden su naturaleza y la emplean con poder. La fe es algo que se realiza. Es la única condición necesaria para visualizar y esperar que lo que imaginamos y pensamos acerca de lo que sucederá en el futuro se convierta en realidad.
La fe necesaria para alcanzar la salvación no es algo que queramos creer por nosotros mismos, sino que es Dios quien nos eligió desde el principio, nos santificó a través del Espíritu Santo y nos reveló la verdad.
Para vivir como dueños de la fe, necesitamos que el Señor guíe nuestros corazones. Debemos orar para que Dios guíe nuestros corazones, a fin de que podamos superar la inquietud y el miedo que nos ofrece el mundo. Debemos orar por la guía perfecta de Dios.
1. Líbranos de personas malvadas e injustas.
2. Guía nuestros corazones hacia el amor de Dios y la paciencia de Cristo.
3. Concédenos la capacidad de mantener las enseñanzas y tradiciones que hemos recibido.
Estas tres oraciones son la clave de hoy. Son similares a la oración que el Señor nos enseñó. Es la manera de convertirse en el verdadero dueño de la fe: confiar solo en Dios y ser alguien que vive el proceso.

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