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JovEm: [Ep2: Dones y Talentos]

 Entendimiento sobre los dones dados por Dios


Para un empresario con fe cristiana, es crucial reconocer que su talento no es simplemente el resultado de su esfuerzo personal o del entorno, sino un regalo dado por Dios. La Biblia dice que a cada persona se le ha dado un talento único (don), y que ha sido llamado a cumplir la voluntad de Dios y servir al mundo a través de él. Por lo tanto, al analizar sus dones como empresario, debe ir más allá de verlos simplemente como herramientas para el éxito económico y reflexionar sobre cómo pueden ser utilizados dentro del plan de Dios. Para ello, es necesario buscar la guía de Dios a través de la oración y la meditación, y dedicar tiempo a explorar cómo sus dones y talentos pueden ser usados para la gloria de Dios. Además, es importante servir dentro de la iglesia o la comunidad de fe utilizando sus talentos, y así encontrar un significado más profundo.

El talento es tanto un don como una habilidad. Con él, podemos crear precios y también valores. Como se mencionó anteriormente, el precio es intercambiar una parte económica, mientras que el valor es ejercer influencia. Cuando comenzamos a trabajar con nuestro talento, se genera un precio, y cuando comenzamos a servir, se crea valor.

Desde el momento en que encontramos nuestro talento, debemos avanzar en el trabajo para glorificar a Dios. Dado que hay muchas áreas en las que podemos involucrarnos, debemos comenzar ajustando la intensidad de cada una.


Uno de los dilemas en los que caen los empresarios cristianos es cuándo y cómo servirán al reino de Dios y le darán gloria. Para glorificar a Dios, primero es necesario no tomar Su nombre en vano. Entre estas acciones, la primera es ser diligente en los negocios. La segunda es establecer bien el negocio. La tercera es administrar bien el negocio. La cuarta es continuar este ciclo.

Hacer bien los negocios y no tomar el nombre de Dios en vano están muy relacionados. La mayor conexión es que tú eres cristiano. Cuando comienzas un negocio, le pides al pastor que ore, promocionas tu negocio a las personas (¡especialmente a las de la iglesia!) y expresas tus ambiciones a través del negocio. Hablas con entusiasmo sobre cómo crecerás a través del negocio y glorificarás a Dios, y piensas que este negocio está en las manos de Dios, oras y lo administras. Cuando el negocio va bien, esto no es un problema. Por supuesto, la gente pensará que el éxito de tu negocio es por la gracia de Dios. El problema es cuando el negocio no va bien. Si has dicho que todo es de Dios y el negocio no va bien, ¿de quién es la culpa? ¿Es culpa de Dios o tuya? Aquí surge la ironía.

Nuestra prioridad es ser diligentes en los negocios. Dios siempre está allí, de la misma manera. Que tengas un negocio no significa que Dios desaparezca de tu vida. No olvides que ser diligente en tu trabajo es lo que agrada a Dios. No es bueno hablar solo de dinero, pero debes saber que el éxito es tu fruto y abordar el negocio con el corazón de un mayordomo fiel que busca el éxito para Su reino.

No olvides que, al principio, hacer crecer y administrar bien el negocio es glorificar a Dios. Necesitas crear mejores herramientas para poder hacer más cosas en el futuro.

Algunas personas confunden la diferencia entre dones y talentos, pero si queremos establecer una diferencia, sería la siguiente:

Primero, la diferencia en el origen

Los dones son regalos dados por Dios a través del Espíritu Santo. Los talentos pueden ser innatos, pero también pueden ser habilidades desarrolladas posteriormente.

Segundo, la diferencia en el propósito

Los dones son dados para servir a la iglesia y al mundo, y para manifestar la gloria de Dios. Los talentos pueden ser utilizados para el éxito personal, el desarrollo propio, la contribución social, entre otros propósitos.

Tercero, el alcance de uso

Los dones se usan para expandir el reino de Dios. Los dones de profecía, sanidad y servicio están enfocados en ayudar a otros creyentes y cumplir la voluntad de Dios. Los talentos abarcan más el ámbito secular. También se utilizan para expandir la influencia personal en el mundo.

Cuarto, la motivación y la actitud

Los dones deben usarse con amor. Porque fueron recibidos para exaltar a Dios. Por otro lado, los talentos pueden ser utilizados para buscar el éxito personal o la fama. Aunque también pueden usarse para ayudar a otros, no siempre la motivación es espiritual o altruista.


Para entender un poco más concretamente los dones dados por Dios, podemos referirnos a 1 Corintios 12. Allí se habla directamente sobre los dones. El propósito de los dones es servir a la "iglesia" y al "mundo", y manifestar la gloria de Dios. 1 Corintios 12:7 dice: "Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien común". Este bien común no es para el beneficio individual, sino para el beneficio de toda la comunidad.

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