23.ago.2024

1 Tesalonicenses 3:1-13

¿Qué entiende?

1. El secreto para llenar la carencia: Las personas viven sintiendo que carecen de muchas cosas. Hambre, sed de conocimiento, vacío en la vida, soledad, entre otros aspectos, hacen que experimentemos carencias físicas o mentales. Sin embargo, si lo pensamos bien, estas carencias son momentáneas. Aunque estas necesidades deben ser satisfechas, a veces perdemos la razón debido a ellas. La forma de llenar estas carencias varía según la situación. Cuando tienes hambre, debes comer; si careces de conocimiento, debes estudiar; si sientes vacío en la vida, debes encontrar algo con significado; y cuando te sientes solo, debes encontrarte con otras personas.

   En el mundo, todas estas carencias pueden ser satisfechas de alguna manera. Sin embargo, la falta de fe no la puedes llenar por ti mismo. Aunque la fe surge de la decisión de creer, para llenar nuestra carencia de fe necesitamos la guía del Espíritu Santo. Desde el momento en que contemplamos la fe hasta el testimonio, todo lo que ocurre en nuestra vida es obra de Dios. Creer que lo que sucederá en el futuro también está en Sus manos es fundamental. Esta fe es lo que Dios nos da.

   “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:2)

   La fe se llena cuando miramos a Jesús con una visión completa. En los creyentes, nos sentimos seguros al observarnos unos a otros y confirmar nuestra fe mutua. Especialmente, en medio de las tribulaciones y necesidades del mundo, cuando vemos que nuestra fe se fortalece y nos consolamos unos a otros, sabremos que la palabra de Dios no es en vano y que nuestra fe se está llenando.