Retornando al principio (Mt 28:18-20)

RETORNANDO AL PRINCIPIO

En busca del propósito y la misión

Hay cosas que debemos recordar. Me hizo a reflexionar sobre mi vida todo el día. Después de escuchar el sermón de otra persona después de mucho tiempo, me di cuenta de que hay muchas cosas en las que debo pensar. Debemos saber claramente qué estamos haciendo. La mayoría de las personas viven sin conocer el propósito de su vida. Otros viven con una misión equivocada. Encontrar nuestra verdadera misión es difícil y consume mucha energía. Para entender bien mi misión, debo saber por qué fui creado. Ninguna religión o filosofía del mundo explica la razón de mi existencia. Más bien, enseñan cómo vivir bien en el mundo.

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Según la teoría de la evolución, no tenemos una razón de existencia porque somos seres evolucionados. Somos como polvo que aparece y desaparece. Disfrutamos de la civilización actual porque estamos más desarrollados intelectualmente que otros seres vivos. Pero eso no explica la razón de nuestra existencia. No explica de dónde venimos ni adónde vamos. La gente intenta entenderlo, pero no puede encontrar la respuesta porque no hay una respuesta dentro de esa lógica.

Solo cuando entramos en la creación de Dios podemos encontrar la respuesta. La razón de nuestra existencia es que Dios nos creó. No podemos conocer esa razón profundamente, así como no podemos entender todas las cosas del mundo. Sin embargo, esa es la realidad. Creo que no podemos discutir la existencia y el valor de la vida sin Dios en ninguna circunstancia. El cristianismo es la religión de fe que nos dice la razón de nuestra existencia, que no se puede saber absolutamente en otro lugar.

👏 El viaje para encontrar el propósito de la existencia

Antes de la venida de Jesús, la misión era esperar su llegada. Esperar al único ser que podría vencer la muerte y esperar sus logros habría sido la tarea del hombre. Cuando el evangelio no se había difundido, la única manera de conocer a Dios era que Dios se mostrara a las personas. Tristemente, aquellos que no podían sentir a Dios al ver las criaturas creadas se alejaban de Dios. Lo mismo ocurre ahora. Aunque todos son iguales, hay muchas personas que adoran las criaturas visibles como dioses. A veces, incluso entre los creyentes, hay quienes intentan hacer tales cosas.

A menudo asignan un significado absurdo a las cosas para que resuelvan los problemas que no pueden resolver por sí mismos, buscando prosperidad y bienestar personal. De esta manera, intentan asignar arbitrariamente una razón de existencia a su vida y viven de acuerdo con ella. Incluso entre los creyentes, hay algunos que intentan hacer estas cosas. Preguntan continuamente a Dios sobre su existencia, pero no escuchan la voz de Dios en ninguna parte. Intentan encontrar respuestas en la Biblia, pero no lo entienden. Van a otros pastores o mentores de fe, pero es lo mismo. No pueden encontrar respuestas en ninguna parte, y la mayoría termina renunciando a su vida de fe y viviendo como parte del mundo.

Es raro encontrar a alguien que sepa exactamente qué hacer porque nadie puede conocer el futuro. Las respuestas sobre el futuro deben buscarse en el pasado. Debemos reflexionar sobre lo que sucedió en el pasado. No es necesario pensar profundamente en el pasado. El consejo que se puede dar a un creyente para obtener respuestas claras sobre el futuro y la misión es el siguiente:

"¿Cuál es el último mandamiento que Dios le dio para hacer?"

Una pregunta muy sencilla, pero parecía no tener respuesta. ¿Cuál fue la última orden que Dios me dio? Pensé profundamente en ello, pero no lo recordaba. Durante todo el sermón, traté de recordar lo que Dios me había pedido, pero fue en vano hasta que terminó el sermón. Me di cuenta de que mi vida simplemente había olvidado los mandamientos de Dios. Pedía mucho a Dios, pero no recordaba lo que Él me pedía. Hacía muchas cosas en nombre de Dios, pero no le preguntaba qué es lo que realmente quería. Parecía que estaba haciendo ministerio a la fuerza, como alguien que no quería hacerlo. Me di cuenta de que me comportaba como un niño inmaduro, haciendo cosas y luego pidiendo a Dios que me solucionara los problemas. Pensé que era un área en la que necesitaba arrepentirme profundamente.

👋La misión de Jesucristo y sus enseñanzas

Justo cuando mi mente comenzaba a despejarse, Dios me mostró a través del predicador los puntos que debía recordar. Era volver a lo esencial: la Gran Comisión. Nuestra misión y ministerio es como formar parte del cuerpo de Cristo, cada uno haciendo su parte correctamente. Nuestro papel es movernos según las instrucciones de la cabeza y pensar según lo que la cabeza piensa. Cristo Jesús, nuestra cabeza, nos dio la Gran Comisión antes de ascender al cielo. Cumplir con este papel fundamental es la base de nuestra misión y su esencia.

Hay tres palabras clave que debemos recordar en Mateo 28:

1. Ir
2. Bautizar
3. Hacer discípulos

Primero, lo esencial que debemos recordar sobre 'ir' es moverse. No detenerse. A veces queremos descansar. No estoy diciendo que descansar sea malo. Por supuesto, las personas deben descansar. Descansar significa que has estado moviéndote mucho y necesitas recargar energías. Significa que ya has estado en movimiento. Hay una gran diferencia entre estar quieto y descansar. Jesús nos mandó a ir. A menudo interpretamos esto de manera exagerada y pensamos que debemos ir a países lejanos. Creemos que ir es tarea de los misioneros. Esto es incorrecto. Ir es moverse. Ir al trabajo, ir a la escuela, todo esto es ir y moverse. Si no nos movemos, todo pierde significado. Ir a la casa del vecino a compartir la palabra también es ir. Ir a la estación de tren a evangelizar también es ir. Así, Jesús no quiere que estemos quietos, sino que nos movamos.

Segundo, dar y recibir el 'bautismo' es una orden de Jesús. Jesús se convirtió en el verdadero Cristo cuando resucitó del sepulcro al tercer día. Ese fue el momento en que venció la muerte de verdad. El bautismo es un acto de entrar y salir del agua, pero su significado es poderoso. Cuando creemos de corazón y somos bautizados, recibimos la fuerza del Espíritu Santo que venció el poder de la muerte. Es el momento en que encontramos un nuevo significado en nuestra vida y comprendemos la razón de nuestra existencia. El acto de dar bautismo, que salva una alma, es una de las esencias de nuestra misión.

Tercero, 'hacer discípulos' dondequiera que vayamos es nuestra tercera esencia. Sea cual sea nuestro trabajo, siempre habrá compañeros y seguidores. A través de la palabra, formamos relaciones y, al final, ayudamos a otros a conocer a Dios y aceptar a Jesucristo, replicando en otros lo que somos. Hacer discípulos a través de la palabra de Dios es una de las esencias de nuestra misión.

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La autoridad está en Jesús. La autoridad que ha vencido todo la recibió directamente de Dios. Por lo tanto, en su nombre debemos ir y hacer discípulos de todas las naciones. Debemos bautizar. Enseñar a los demás a obedecer las órdenes de Jesucristo. Esa es la esencia de nuestra misión. Los ministerios individuales son solo herramientas para cumplir esa misión. Ya sea como pastores, misioneros o laicos, todos estamos cumpliendo nuestros roles espirituales mientras vivimos en este mundo. Por lo tanto, nadie en el mundo puede decir que no es un misionero, y ningún cristiano puede decir que no tiene una misión. Nuestro trabajo es usar bien esas herramientas. Ya sea que nos dediquemos completamente o parcialmente, nuestra vida sigue siendo 100% cristiana.

Espero fervientemente que volvamos a lo esencial. Si quieres saber la razón de tu vida y lo que debes hacer, párate allí y recuerda nuevamente la Gran Comisión en Mateo.

"Jesús se acercó y les habló diciendo: 'Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado. Y ciertamente, yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.'" (Mateo 28:18-20)

by Nio Hwang

santorico1983@gmail.com