08.jul.2024

 2 Reyes 8:16-29

- ¿Qué se entiende?

1. La influencia comienza desde al lado: Todos nacemos con ADN. Vivimos expresando el ADN con nuestros propios colores y personalidades. ¿De dónde proviene ese ADN? Proviene de las cosas básicas heredadas de nuestros padres o ancestros. Así, las personas forman sus pensamientos, carácter y personalidad. En el pasaje de hoy, vemos a los reyes que son yerno y nieto de Acab. Aunque son reyes, la influencia que reciben proviene de otro lugar. La influencia que recibieron esos reyes era cometer pecados ante Dios. Para Dios, abundaban los pecados.

Normalmente, las personas crecen bajo la influencia de sus padres. Ahí se forma su identidad. A medida que reciben educación y organizan sus pensamientos, encuentran su propio color. Así fue con la hija de Acab. Así fue con Atalía. Incluso aprender a hacer el mal comienza de esa manera. Así se despliega la influencia de las personas.

2. La promesa debe cumplirse: A veces Dios observa con dolor. Debido a su perfección, a veces tiene que dejar pasar cosas. Por la promesa hecha a su amado David, observa a los descendientes cayendo en el abismo del mal. Es doloroso, pero también es la promesa de Dios. Muchas personas toman a la ligera las promesas. Especialmente, hay muchas personas que tratan a los demás con palabras vacías. Con el paso del tiempo, sin darme cuenta, también me encuentro reflexionando sobre esas ocasiones. Además, hay momentos en que ni siquiera me acuerdo de las promesas que hice a Dios. Dios es un Dios que cumple. Después de la resurrección de Jesucristo, la segunda venida aún está por venir, pero cumplió la tarea más importante, la resurrección. Cumplió la promesa a sus hijos de fe. Ahora pensemos en las promesas que debemos cumplir.